Jorge Vargas, el precursor del teatro callejero en el país, quien falleció la semana pasada, se encargó de dejar todo listo para que el Teatro Taller de Colombia y todos los proyectos que impulsó continúen su espíritu pese a su ausencia.
“Aunque estaba enfermo, seguía explorando su cuerpo, que era difícil de acallar, e inyectándose de vida y optimismo. En su lecho, organizaba lo que venía”, contó Beatriz Calvo, una de sus mejores amigas.