Hasta hace poco, Batuta pudo asegurar el viaje de los 60 jóvenes en medio de grandes esfuerzos y con el temor de no poder lograrlo, según explicó su director ejecutivo, Juan Antonio Cuéllar.
Hubo momentos difíciles en los que el panorama financiero no era claro, pero, incluso, hasta los padres de los niños decidieron colaborar con la causa. Para muchos de los jóvenes, esta será la primera vez que se subirán a un avión, y ahora podrán hacerlo con la ilusión de ir a tocar para un público europeo.
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