martes, 12 de marzo de 2013

La vida

Precisamente, al carnaval le debe una gran parte de su producción artística, pues frente al caballete, así sea en su estudio al norte de Bogotá, rememora y recrea las escenas de esa fiesta. De hecho, en sus cuadros abundan las marimondas, los conguitos, las carrozas y las máscaras de animales que evocan las coloridas herencias africanas. 

Pura imaginería 

"Desde mi niñez he vivido los carnavales, he visto todos esos disfraces, danzas y, más que nada, toda esa imaginería", subraya Loochkartt y cuando lo dice, hace un especial énfasis, casi reverente, cuando menciona la imaginería. Entonces, se apresura a explicar que ella ha sido la mejor de sus musas, la que lo mantiene vital, hoy todavía con los pinceles en la mano, cuando está a punto de ajustar los 80 años de vida. 








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